Nos levantamos sin prisa. Otra vuelta por la ciudad.
Pingyao
Pingyao
Después de comer volvemos a la estación de tren para llegar a nuestro próximo destino Beijing. Esperando en la estación de trenes un niño pequeño caga en medio de la sala sin bajarse el pantalón. Los bebés chinos llevan pantalones abiertos en la entrepierna y no utilizan pañales, nos quedamos alucinados. Su padre lo recoge no de muy buena gana.
Pingyao
Pingyao
La estación de Pingyao es pequeña, nuestro tren sale a las 18 horas. Para nuestra desgracia no nos han vendido coche cama y tenemos que ir las doce horas sentados. Nuestros asientos están ocupados y tenemos que enseñar los tickets para desmostrarlo, el mundo al revés.
Pingyao
Pingyao
Pingyao
Durante el trayecto somos la atracción del tren y todo el mundo viene a mirarnos. Una mujer se pasa horas empujándome para sentarse en nuestro asiento, al final la hacemos sitio.
Pingyao
Pingyao
Detalle
Los trenes chinos tienen fuentes de agua caliente a disposción de los viajeros por lo que mucha gente lleva noodles deshidratados en envases de plástico.
Son un poco cerdochos todo lo tiran al suelo hasta las cáscaras de huevo. Luego un hombre pasa un mocho esparciéndolo.
- Inicie sesión para enviar comentarios